"Mi papá, de 70 años, se contagió de COVID-19 y tuvo que ser conectado a un respirador. Desarrolló neumonía bilateral con distress respiratorio, seguido de una falla renal. Era un caso complicado con pocas probabilidades de ser revertido y los médicos dijeron que probablemente no sobreviviera. Empezamos con sesiones individuales de Reiki a distancia unas 4 horas al día, más sesiones grupales. Seis días después, mi padre fue desconectado del respirador y nueve días después pudo volver a casa. Hoy goza de muy buena salud y sin haber tenido ningún tipo de secuelas en sus pulmones, habituales en estos casos."